Cómo mejorar tu salud mental con un presupuesto
La salud mental es un aspecto crítico del bienestar general que a menudo se pasa por alto y se infravalora. Sin embargo, con el aumento de la concienciación y la educación, cada vez más personas reconocen la importancia de cuidar su salud mental, especialmente en estos tiempos difíciles.
Utilizando recursos comunitarios, practicando la atención plena y la meditación, practicando actividad física y ejercicio, estableciendo hábitos de sueño saludables, buscando apoyo social, siguiendo una dieta sana y utilizando técnicas de control del estrés, cualquiera puede mejorar su salud mental con un presupuesto.
Hoy en día, existen numerosas formas de reforzar y mejorar la salud mental. Pero, por desgracia, para muchas personas, el precio puede suponer un obstáculo. Este artículo pretende ofrecer una visión general de los retos asociados a la mejora de la salud mental con un presupuesto limitado y destacar algunas de las formas más eficaces y baratas.
Comprender la salud mental y su conexión con el estrés financiero
La salud mental se refiere al bienestar psicológico general de una persona. Es un concepto complejo y polifacético que abarca muchas emociones, comportamientos y pensamientos. Todo el mundo tiene salud mental igual que tiene salud física.
Las enfermedades mentales pueden ir desde problemas leves, como el estrés y la ansiedad, hasta enfermedades más complejas o graves, como los trastornos esquizoafectivos o la depresión.
Salud mental y estrés financiero
El estrés financiero se considera a menudo un factor importante de mala salud mental, si no el principal. Cualquiera que haya pasado por apuros económicos puede dar fe de ello. La inseguridad económica puede provocar sentimientos de miedo, ansiedad y desesperanza. Estos sentimientos pueden, naturalmente, perjudicar la salud mental.
Es más, el estrés económico puede provocar problemas de salud física, como enfermedades cardiacas, y también problemas en las relaciones de una persona y en su satisfacción vital general.
Todo esto equivale a decir que si tu salud mental está sufriendo, experimentar dificultades económicas ciertamente no la mejorará. Dicen que el dinero no puede comprar la felicidad, y suele ser cierto; sin embargo, la estabilidad económica puede repercutir en tu estabilidad mental y viceversa. Cuando mejoras tu salud mental, es posible que también puedas hacer frente a las tensiones económicas.
Formas baratas y gratuitas de mejorar la salud mental
Aunque el coste de la terapia y otros servicios de salud mental puede ser prohibitivo para algunas personas, hay muchas formas baratas y gratuitas de mejorar la salud mental. He aquí algunas de las formas más eficaces de mejorar la salud mental sin salirse del presupuesto:
Atención Plena y Meditación
La atención plena y la meditación suelen ser la sugerencia de alguien que no entiende por lo que está pasando una persona. Sin embargo, no debe descartarse sin más. Practicar la atención plena y la meditación puede ayudar a reducir el estrés y mejorar el bienestar mental.
A menudo se elogia y alaba en Internet, sobre todo en el ámbito de la salud mental, pero ¿qué es la atención plena? La palabra se refiere a la meditación que consiste en prestar atención al momento presente y aceptarlo sin juzgarlo: estar atento y consciente.
Los terapeutas suelen referirse al «enraizamiento» como una forma de atención plena. Siéntate o ponte de pie donde estés y reconoce todo lo que tocan tus cinco sentidos. ¿A qué huele el aire? ¿Qué puedes ver con los ojos y sentir con el cuerpo? No tengas miedo de ser descriptivo.
Para una meditación probada, hay docenas de meditaciones guiadas gratuitas disponibles en Internet. ¿Diferente de la primera, que apareció en los resultados de tu búsqueda en YouTube o Spotify? Probablemente habrá cinco más adaptadas a diferentes necesidades y estilos de meditación.
Actividad física y ejercicio
Poner tu cuerpo en movimiento hará maravillas por tu salud mental. No necesitas ser una rata de gimnasio o un culturista para beneficiarte de la liberación natural de endorfinas que produce el ejercicio.
Hacer un poco de ejercicio de vez en cuando puede mejorar tu estado de ánimo, reducir los niveles de estrés y mejorar el sueño. La actividad física no tiene por qué ser cara: hay muchas opciones gratuitas o de bajo coste, como caminar. Dar un paseo también es un buen lugar para ejercitar la atención plena y la meditación.
También puedes encontrar vídeos de entrenamientos en Internet. Pero ten cuidado: no trabajes ni muevas tu cuerpo de una forma intensa a la que no esté acostumbrado, y asegúrate de calentar primero. Si no eres asiduo al ejercicio, prueba algo de bajo impacto y suave para mantener tu cuerpo en movimiento.
Higiene del sueño
Nadie se siente bien después de una noche de sueño tormentoso. Pero, si has tenido demasiadas noches malas seguidas, es probable que tu salud mental esté sufriendo por ello.
El sueño es un aspecto crítico de la salud mental, y la privación de sueño puede afectar significativamente al estado de ánimo, la energía y el bienestar general. Por lo tanto, es esencial establecer una rutina de sueño, limitar la exposición a las pantallas antes de acostarse y crear un entorno de sueño relajante para mejorar el sueño. Estos cambios son sencillos y poco costosos, pero pueden tener un impacto mental significativo.
Apoyo social
El apoyo social es esencial para una buena salud mental, y tener una red de apoyo de amigos y familiares puede ayudar a reducir el estrés y mejorar el estado de ánimo. Pasar tiempo con tus seres queridos, hacer voluntariado o unirte a un grupo de apoyo local son formas estupendas de conectar con los demás y mejorar la salud mental.
Alimentación sana
Eres lo que comes, y aunque de vez en cuando darte un capricho con tus dulces o frituras favoritas puede proporcionarte un breve momento de satisfacción, los alimentos sanos beneficiarán tu salud mental a largo plazo.
Deberás centrarte en una dieta rica en frutas, verduras y proteínas magras. No sólo ayudarán a tu salud física, sino que te darán más energía, con lo que te sentirás mejor. Además, pequeñas alteraciones en tu dieta, como reducir los alimentos procesados y el azúcar, pueden repercutir significativamente en tu salud mental.
Técnicas de gestión del estrés
Muchas técnicas eficaces de control del estrés incluyen la respiración profunda, la relajación muscular progresiva y la imaginación guiada.
Pero «controlar el estrés» es más fácil decirlo que hacerlo. Encontrar recursos de salud mental asequibles no sería un problema si cualquiera pudiera deshacerse de sus factores estresantes. Aquí tienes algunos ejemplos de cómo gestionar tu estrés:
- Técnicas de relajación: Hay formas de conseguir que tu cuerpo se relaje, incluso cuando estás estresado. La respiración profunda, la relajación muscular progresiva y la imaginación guiada son todas ellas cosas que pueden ayudarte a reducir la tensión física en momentos en los que estás mentalmente agotado.
- Actividad física y ejercicio: Una vez más, recurrimos al ejercicio. Parte de la razón por la que es valioso para tu salud mental es que hace maravillas para controlar el estrés. Ponerte en movimiento hace que tu cerebro libere endorfinas, sustancias químicas que ayudan a mejorar el estado de ánimo y a reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés.
- Gestión del tiempo: ¿No nos gustaría a todos tener más tiempo al día? La gestión del tiempo se convierte en gestión del estrés cuando permite a las personas priorizar sus responsabilidades y evitar esa agobiante sensación de ir con prisas. Encuentra un horario o sistema de planificación que funcione mejor para ti, tu estilo de vida y tus necesidades.
- La risa: Dicen que la risa es la mejor medicina, y estamos de acuerdo. Participar en actividades que aporten alegría y risa, como ver una película divertida, leer algo que te haga reír y
- Escribir un diario: ¡Lleva un diario! Escribir las cosas de tu vida que te causan estrés, tristeza o rabia puede ayudarte a «liberar» esas emociones y a trabajar mentalmente para superarlas. No es sólo para las cosas malas: escribir tu gratitud también te ayudará a reconocer las partes buenas de la vida.
Utilizar los recursos comunitarios para mejorar la salud mental
Otra forma fantástica de mejorar la salud mental con poco presupuesto es utilizar los recursos de la comunidad. Hay innumerables organizaciones y programas en la puerta de tu casa que prestan servicios de salud mental gratuitos o de bajo coste. Además de esos servicios, implicarte en tu comunidad puede mejorar tu perspectiva.
Clínicas sanitarias comunitarias
Muchas clínicas sanitarias comunitarias ofrecen servicios de salud mental, incluidos asesoramiento y terapia, a precios reducidos. Puedes utilizar aplicaciones como Zocdoc para averiguar quién en tu zona puede ofrecerte una tarifa más baja o una consulta gratuita.
Programas de Asistencia al Empleado (PAE)
¿Y en tu trabajo? Muchas empresas ofrecen programas de asistencia al empleado, o EAP, que pueden ponerte en contacto con servicios de salud mental gratuitos o de bajo coste.
Si trabajas en una gran empresa, averigua si tu lugar de trabajo tiene acceso a terapia o psiquiatría internas.
Organizaciones sin ánimo de lucro
Muchas organizaciones sin ánimo de lucro, como la Alianza Nacional de Enfermedades Mentales (NAMI) y Mental Health America, prestan servicios de salud mental gratuitos o de bajo coste.
Aunque en algunos casos dispongan de recursos más limitados, tener acceso a ellos puede ser mejor que nada. Estos recursos se utilizan mejor en caso de crisis, pero informarse sobre ellos no está de más.
Programas gubernamentales
Dirígete a los programas de asistencia del gobierno para ver si se puede acceder a cosas como Medicare o Medicaid a bajo coste o gratuitamente. Normalmente, esto dependerá de tu situación económica.
Conclusión
Mejorar la salud mental es esencial para el bienestar general y puede hacerse sin arruinarse. Echa mano de lo que está disponible gratis o a bajo coste. A veces, un pequeño cambio es todo lo que necesitas para marcar una gran diferencia.
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